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martes, 3 de julio de 2012

Y todo eso, por "casi" cien pesos.

La PresidenTe Cristina Fernández y su Cristinita.
El gran poeta uruguayo Horacio Ferrer escribió en su obra “Balada para un loco” una frase que me parece indicada como para iniciar este comentario: Las callecitas de Buenos Aires, tienen ese que se yo, viste.?
El devenir político argentino, en especial el referente al plano económico tiene “ese que se yo viste? que merecería ser materia de estudio económico mundial tanto en los foros específicos como en la O.E.A, la O.N.U. y hasta en la FIFA para no excluir a nadie.
Nunca se sabe a ciencia cierta cómo funciona la economía de este país, pues cuando la información oficial dice que está todo bien (baja inflación, buen poder adquisitivo del ciudadano, impuestos razonables, etc.) el bolsillo dice todo lo contrario.
Nuestra PresidenTe, siempre atenta y preocupada por todos los detalles pareciera ser que se le escapó uno que se refiere nada más y nada menos que a la moneda oficial del país.
Desde enero de 1914 en Argentina, la moneda fue cambiando de denominación desde pesos moneda nacional, pesos ley 18.188, pesos argentinos, australes, pesos convertibles, y desde 2002 hasta el presente: Peso.
Esto tomando en cuenta la parte formal de la cosa, pero si agregamos a dicha consideración una emisión de billetes de cien pesos impresos en Brasil que no se ajustan en el tamaño a los millones de billetes de igual denominación que se encuentran en circulación, a la lista anterior debiéramos agregar “casi cien pesos”
Los medios nacionales han difundido profusamente la información que indica:” Ponen en circulación billetes de $ 100 cortados. Los papeles de máxima denominación no están cortados en su tamaño reglamentario, ya que no puede leerse la cifra de "100" de manera completa.
Los billetes fueron impresos por la Casa de Moneda de Brasil, contratada por el gobierno nacional antes de firmar con la ex Ciccone -rebautizada Compañía de Valores Sudamericana (CVS).
Según la explicación de funcionarios consultados por el diario Clarín, por la gran necesidad de moneda a mediados de año se bajaron los controles de calidad, por lo que se habría hecho la "vista gorda" con algunas partidas de billetes. No obstante, se afirmó que se trataría de una "cantidad irrelevante".
Claro nuestra Presidente como estaba ocupada en el “Merchandising” de unos nuevos muñequitos confeccionados en trapo de varios personajes del telurismo argento, todos representativos de distintas disciplinas (hay Cristinitas y también hay una de él, con alitas) no se percató del tema y así fue que nos ahorramos una cadena nacional.
Debiéramos tomar el ejemplo; con un solo empleo no se llega a fin de mes y la venta de los muñequitos (se cotizan a $.- 65,00 c/u) puede ser una extra considerable. Continúo;
Pareciera ser que el tema de los billetes cortados fuera una nimiedad, pero aquí demostraremos que no es así, señalando solo algunas de las consecuencias que la “vista gorda” del control no efectuado desatarían de manera negativa en la fuerte economía argentina.
Un billete normal de cien pesos tiene las siguientes dimensiones 150 mm.x65mm. lo que arroja como resultado que el billete tiene 97.5 mm. cuadrados
Si tomamos los 97.5 mm. cuadrados y los dividimos por 100,00 (valor nominal) resulta = $. 95,06 – 21% I.V.A $.- 19.26 = $.- 75,80 si a eso le descontamos que al billete mal impreso, le falta un 15% más o menos, el resultado sería $.- 11,37 que al restarlos a $. 75.80 arroja como saldo final que el billete que el Banco Central pone en circulación como de cien pesos ($.- 100,00) termina reducido a $.- 64.43 sin contar la inflación que se abalanza sobre el billete inmediatamente éste salió del Banco.
Resultado. El Banco Central nos engaña, cuando pone en circulación billetes de cien, estos apenas llegan a los sesenta y cinco pesos. La economía argentina, tiene ese que se yo viste..?
Pienso que don Hugo debiera impugnar el aumento del impuesto a las ganancias tomando estos detalles que demuestran fehacientemente que Humberto Aníbal Chazarreta, el camionero a quien la AFIP le come el ojo, no tendría por qué pagar tributo pues su sueldo se vería disminuido en un 35% lo cual lo dejaría fuera de la obligación de pago y el cristiano seguiría con dos ojos.
Confucio, que a pesar de su nombre la tenía bien clara decía:” Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae.”
Por eso y para bienestar de todos y todas, los billetes de cien……vienen más chicos.

     

Gracias: craigcanaryxd

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